Manuel Fernando López Ángel
200916335
Parcial a la carta
Ítems
1. Las
fuentes Renovables crearon un impacto
Hay un cierto consenso en que el gas
natural fue el más importante a
principios de este siglo XXI,
“El gas natural también es un combustible
de transición hasta la utilización plena de las fuentes renovables de energía o
el desarrollo de nuevas tecnologías energéticas”.
En las naciones en vías de desarrollo, las
fuentes renovables requieren de importantes subsidios para su pleno
aprovechamiento. Los países
desarrollados son, hasta ahora, lo que mejor afrontan los costos de energías
alternativas.
Con miras a amortiguar el impacto ambiental
de calentamiento global, se propone hacer confinamientos para la emisión de
carbono. Una opción considerada para la panacea por su menor impacto sobre el
medio ambiente.
(García Ybarra,
2001, págs. 16-17)
2.
Hay una Crisis Ecológica
Las sociedades industrializadas han
cambiado las condiciones físicas del planeta tierra, en dimensiones sin
precedentes y con consecuencias ecológicas y sociales importantes. Aunque hay
diferentes puntos de vista a la hora de calificar el nivel de gravedad de la
situación, se conoce ya bastante mediante los efectos de los problemas
medioambientales globales, disminución de la capa de ozono, calentamiento
atmosférico y pérdida de biodiversidad.
Los problemas son globales y aunque en
primeras instancias no afectan lo mismo al norte que al sur; o las distintas
clases sociales de los mismos países, finalmente toda la humanidad va a sufrir
un impacto.
Por otra parte las soluciones que se
proponen mayoritariamente técnicas. “un
ejemplo de ese enfoque es lo que se ha venido en llamar política de filtros, donde se regula el filtro
de emisiones de gases de las industrias, o se introducen mejoras tecnológicas
en los sectores industriales (en este aspecto destaca el sector
automovilístico, entre otros.)
(García Ybarra,
2001, págs. 20-21)
3. Las energías renovables del tercer mundo
Al referirnos al tercer mundo lo estamos
haciendo a un amplio espectro de áreas geográficas y situaciones de las que
podemos dar algunos ejemplos:
Países con buen nivel de desarrollo social,
tecnológico que no se encuentran ubicados en lo que habitualmente consideramos
primer mundo. Los casos de Argentina, Chile y Uruguay son un ejemplo claro.
Somos conscientes de que en la medida que las
desigualdades sociales se incrementan y una buena parte de la población mundial
viva por debajo de mínimos sociales y económicos, caminemos hacia una situación
de fuerte inseguridad mundial que acabara afectando a nuestro primer mundo.
La eficiencia en la transformación y el uso
de la energía más el desarrollo de las energías renovables parecen dos
alternativas necesarias para el conjunto de la humanidad.
En este esquema económico es difícil la
penetración formal de las energías renovables, tanto de combustibles para uso
directo derivados de la biomasa como de la energía eléctrica de diversas
fuentes, hemos señalado que la leña y los residuos de diversos tipos si están
presentes en el abastecimiento
energético.
(García Ybarra,
2001, págs. 177-180)
4. Impacto de los contaminantes atmosféricos
sobre los ecosistemas terrestres
Los efectos de la contaminación crean
presiones indirectas de los ecosistemas. La lluvia ácida, la contaminación atmosférica,
los vertidos de aguas naturales, todo esto conlleva a la contaminación que se
hace tras la extracción de los recursos fósiles de energía como el petróleo
entre otros.
Estos a su vez hacen grandes cambios he
impactos como lo son los gases de invernadero.
(García Ybarra,
2001, págs. 525-548)
5.
Emisión de los procesos de combustión el
problema
La gestión de la contaminación atmosférica
pretende la eliminación, o la reducción hasta niveles aceptables, de aquellos
agentes (gases, partículas en suspensión, elementos físicos y hasta cierto
punto agentes biológicos) cuya presencia en la atmósfera puede ocasionar
efectos adversos en la salud de las personas (p. ej., irritación, aumento de la
incidencia o prevalencia de enfermedades respiratorias, morbilidad, cáncer,
exceso de mortalidad) o en su bienestar (p. ej., efectos sensoriales,
interferencias con la visibilidad), efectos perjudiciales sobre la vida de las
plantas y de los animales, daños a materiales de valor económico para la
sociedad y daños al medio ambiente (p. ej., modificaciones climatológicas).
Los graves riesgos asociados a los
contaminantes radiactivos, así como los procedimientos especiales para su
control y evacuación, exigen que se les preste la mayor atención.
(García Ybarra,
2001, págs. 465-486)
6.
¿Cuáles son Aspectos socio-económicos de
la producción energética?
En un análisis de las energías
renovables debe hacerse una diferenciación según sus orígenes, puesto que cada
una de ellas tiene sus propias características de recepción, captación,
transformación y empleo, en resumen, de costes y utilización.
Así mismo hay que tener
presente que en la mayoría de los casos estas tecnologías no están todavía
maduras y disponen de primas de ayuda para fomentar su utilización. Si bien la
eólica tiene un desarrollo muy importante en España, con 10.000 MW instalados,
las restantes tecnologías de energía solar y biomasa siguen en fase de plantas
experimentales o piloto, lo que implica que buena parte de estas centrales son
de una dimensión muy reducida.
Desde el
punto de vista estrictamente económico las energías renovables siguen sin ser
competitivas, en general, respecto a las no renovables en su transformación en
electricidad. Únicamente la energía producida por centrales hidráulicas y
geotérmicas sería comparable con las no renovables. La energía eólica ha
entrado en una fase de explotación industrial gracias a los estímulos
económicos concedidos, que compensan sus mayores costes de producción
comparados con las energías convencionales. El resto de energías renovables
tienen unos costes de generación muy superiores a los de la energía producida
por centrales que utilizan energías no renovables. En todo caso, ciertas
energías renovables, como la solar fotovoltaica, pueden ser muy útiles para
cubrir demandas en zonas aisladas: granjas agropecuarias, viviendas rurales,
etc. En estos casos resulta más barato instalar este tipo de energía que
extender la red eléctrica hasta ese punto o instalar un transformador, para una
demanda eléctrica menor.
(Ybarra, 2001, págs. 581-602)
7. Radicando
la Gasificación del carbón
Como ya se ha indicado más arriba, los
combustibles fósiles se pueden utilizar para producir energía de forma más
eficiente y limpia que la pura combustión.
Diversas tecnologías están en distintos
grados de progreso y su implantación comercial es una cuestión de mercado y abaratamiento
de costes más que de nuevos desarrollos. Como se indica en otro capítulo la
Unión Europea, que ha financiado estos desarrollos, los ha eliminado en el VI
Programa Marco. Entre estas tecnologías podemos indicar:
Quemadores avanzados de carbón pulverizado
(PCF)
Combustión en lecho fluidizado atmosférico
(AFBC)
Combustión en lecho fluidizado a presión
(PFBC)
Sistemas de ciclo combinado con
gasificación integrada (IGCC)
Combustión presurizada de carbón
pulverizado (PPCC)
Gasificación integrada de sistemas de
celdas de combustibles (IGFC)
Dada la abundancia de recursos de carbón es
interesante analizar la previsión de consumo en el mundo. No hay que olvidar
que Estados Unidos posee abundantes recursos de carbón y que todo parece
indicar que, tanto China como India, basan sus necesidades energéticas futuras
en el carbón, contrariamente al caso de Europa occidental.
(Ybarra, 2001,
págs. 413-432)
8.
Todo depende del petróleo
En el ámbito mundial, probablemente el
consumo de petróleo para transporte aumentará debido en primer lugar al
desarrollo de las economías emergentes. No hay que olvidar que el número de
automóviles en China es del orden de nueve vehículos por cada mil habitantes,
mientras que en la Europa occidental es de unos 450 y en Estados Unidos es casi
800.
El transporte por carretera depende en gran
medida de los derivados del petróleo; el uso de combustibles alternativos es
poco menos que testimonial y, probablemente, seguirá así en el futuro.
MAPAS CONCEPTUALES
Bibliografía
Ybarra, P. L. (2001). Tecnologías
energéticas e impacto ambiental. En P. L. Ybarra, Tecnologías energéticas e
impacto ambiental (pág. 687). Madrid: McGraw-Hill Interamericana de España.
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